El embarazo es una etapa de grandes cambios en el cuerpo de la mujer, y el cabello no es una excepción. En los meses de gestación muchas mujeres notan cambios en su cabello, especialmente relacionados con la textura, la densidad o la apariencia del pelo.
En estos meses se pueden experimentar cambios con un cabello más fuerte y brillante y otras etapas de mayor caída o un cabello más débil. Es importante entender los cambios que hay en el embarazo y cómo puedes adaptar tu estilo de vida y alimentación para evitar una mayor caída del pelo.
Índice
El impacto de los cambios hormonales
En el embarazo cambian los niveles hormonales, como el estrógeno y la progesterona. Estas variaciones son algunos de los motivos por el que se producen cambios en el cuero cabelludo. No hay que olvidar que el cabello sigue su propio ciclo de vida: fase anágena, catágena y telógena, o lo que es lo mismo, crecimiento, permanencia o transición y caída.
Normalmente perdemos unos 100 cabellos cada día, y en el caso de las mujeres embarazadas las fases del cabello se alteran, teniendo un pelo más grueso y fuerte si hay más cabello en la fase de permanencia y más débil si están en la fase de caída. Y se trata de cambios que no solo se experimentan durante el embarazo, sino que pueden darse también en el postparto o al acabar la lactancia materna.
La caída de pelo en el embarazo
Durante los primeros meses del embarazo, especialmente en el primer trimestre, el aumento de la progesterona provoca un cabello más débil y fino, con lo cual puedes notar que se te cae más.
Este hecho no ayuda si durante esta primera etapa experimentas náuseas y vómitos, un estado en el que puedes perder las ganas de comer y, por tanto, no contar con los nutrientes necesarios de una alimentación normal, como vitaminas que son esenciales para el cabello.
En el segundo trimestre puedes experimentar el efecto contrario: en estos meses aumentan las hormonas de estrógenos, dando más fuerza al cabello y alargando la fase de crecimiento, disminuyendo la caída. También hay hormonas como el estriol, que mejora el aspecto del cabello dándole más brillo.
El cabello tras el embarazo
Cuando las mujeres han dado a luz, el cabello entra en una fase de transición y reposo. Debido a la disminución de los niveles hormonales durante el embarazo, en los meses posteriores al parto puedes notar una caída de cabello.
Digamos que la fase en la que el pelo pierde su ciclo natural y se mantiene debido al aumento de estrógenos, se pierde tras el parto. Es una fase llamada efluvio telógeno y que suele afectar a la mitad de las mujeres después del embarazo: ocurre cuando los folículos capilares entran en fase de reposo (telógena) simultáneamente, creando una caída repentina que puede alarmar, pero que es natural.
No obstante, no tendrás que preocuparte por esta pérdida, ya que al igual que los cambios que hay durante el embarazo, será una fase temporal, por lo que tu cabello volverá a la normalidad de 6 a 12 meses después de dar a luz. Poco a poco el nivel normal de hormonas se irá recuperando y nuestro cuero cabelludo retomará su curso habitual.
En el caso de que notaras un cabello más seco o más graso por una mayor producción de sebo, los cambios desaparecerán cuando la alteración hormonal se estabilice.
Consejos para frenar la caída en el embarazo
Si estás preocupada por los cambios en tu cabello durante el embarazo, te damos una serie de recomendaciones que puedes seguir para notar estos cambios lo menos posible, aunque debes tener en cuenta que son fases físicas que ocurren de manera normal durante los meses de gestación, debido a los cambios hormonales del cuerpo.
Aunque estos cambios capilares sean inevitables, puedes prestar atención a estos aspectos:
- Alimentación. Puedes mantener una dieta equilibrada consumiendo alimentos ricos en vitaminas y minerales esenciales para el cabello, como el hierro, el zinc, la vitamina D o la biotina, presentes en frutas, verduras, carne, pescado, cereales integrales y frutos secos.
- Productos para el lavado del pelo. Utiliza champús sin químicos agresivos, como sulfatos o parabenos, para evitar que tu cabello se dañen. Puedes utilizar champús con pH neutro para mantener el equilibrio natural del cuero cabelludo.
- Cuidado del cabello. Trata de reducir o evitar el uso frecuente de secadores, planchas o rizadores para el pelo, ya que puede debilitarlo. Si lo usas, no utilices temperaturas elevadas. También puedes usar cepillos con cerdas suaves y púas anchas para evitar tirones que causen la rotura del pelo. Evita tintes y permanentes.
- Masajes capilares. Los masajes capilares en el cuero cabelludo estimulan la circulación sanguínea y favorecen el crecimiento del cabello. Puedes emplear distintos tipos de masajes capilares para potenciar su fortalecimiento.
- Evita el estrés. Intenta seguir una rutina libre de estrés, ya que ello influye en la caída del pelo.
El embarazo provoca cambios en el cabello por las alteraciones hormonales que se producen en esta etapa. Al igual que es normal que muchas mujeres tengan un cabello más fuerte y brillante en la gestación, lo es también que noten una caída significativa en el posparto.
Si esta caída continúa un año después del parto, notas áreas con pérdida de cabello localizada o tienes otros síntomas, acude a un especialista que pueda valorar tu caso.
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