El cabello de nuestro cuero cabelludo es la parte visible de una estructura que comienza en un nivel más profundo de nuestra piel: el folículo piloso. El folículo es el que permite el crecimiento y todo el ciclo de vida del pelo, y de su buen estado depende nuestra salud capilar.
Si queremos cuidar nuestro pelo para mantenerlo lo más sano y fuerte posible, conocer la estructura del folículo piloso y las distintas fases por las que pasa nos puede ayudar para prevenir la caída del cabello o el debilitamiento de la fibra capilar. Por eso en este artículo de In pylus queremos contarte con más detalle (y de la forma más fácil de entender) cuál es la anatomía del folículo piloso y qué función tiene para que puedas cuidar tu cabello.
Índice
Partes del folículo piloso
El folículo piloso no se sitúa en la capa superior de la piel, sino que se encuentra en la dermis, una capa media de la piel, desde donde nace y crece el cabello. Esta estructura tubular crea el entorno necesario para que nuestro pelo crezca y se mantenga fuerte, proporcionándole los nutrientes necesarios mediante la circulación a través de las células, las glándulas y los vasos sanguíneos.
Se estima que, según la edad de la persona, su genética y su estado de salud, tenemos entre 100.000 y 150.000 folículos, cada uno de ellos con su propio cabello y su propia fase del ciclo capilar, como veremos más adelante.
Así, el folículo piloso tiene varias partes, cada una con una función distinta:
- Bulbo, la parte más profunda del folículo. Se sitúa en la dermis o hipodermis, y es donde se encuentran las células madre que generan las distintas capas del cabello. Dentro del bulbo está la papila dérmica, que contiene las células y los vasos sanguíneos que nutren al cabello y que ayudan a su crecimiento.
- Papila dérmica, que está en la base del bulbo y, como acabamos de mencionar, es fundamental para que el cabello crezca, ya que contiene capilares que aportan oxígeno y nutrientes a las células del folículo piloso. Sin todos estos nutrientes mediante la circulación el cabello no se podría desarrollar.
- Matriz, zona en la que se generan nuevas células capilares que permiten el crecimiento del pelo. Las células se van transformando en fibra capilar para salir al exterior, mostrando la parte visible de nuestro pelo.
- Glándulas sebáceas, que producen sebo, una sustancia que ayuda a lubricar la fibra capilar y el cuero cabelludo, evitando que se reseque la base y protegiendo el cabello en el exterior.
- Tallo piloso, que forma el pelo tal y como lo conocemos gracias a la queratina endurecida en las células. El tallo en sí no está vivo o activo como la zona del bulbo, por lo que su salud depende del estado del folículo piloso.
Aunque estas son las partes principales, hay otras capas protectoras como la vaina radicular interna y externa, que envuelven el tallo del pelo dentro de la piel; o el músculo erector del pelo, que provoca algunas reacciones del folículo ante estímulos como el frío o el miedo, y que hace que se nos ponga la “piel de gallina”.
Funciones del folículo
El folículo, además de ser un órgano cutáneo que crea nuestro cabello, tiene otras funciones importantes para nuestro organismo:
- Protección: es una de las funciones más destacables, ya que el pelo está ahí para protegernos de cualquier aspecto que pueda suponer una amenaza para nuestro cuero cabelludo, como la exposición al sol o a la contaminación.
- Regulación térmica: el folículo mantiene nuestro calor corporal gracias a la producción natural de sebo y el músculo erector.
- Sensorial: los folículos tienen terminaciones nerviosas que hacen que el cabello tenga un sistema sensitivo (por ejemplo, notamos si tiramos del pelo).
Aunque no sea una función biológica como tal, el cabello también tiene una función estética y social, ya que nos da una identidad o imagen propia y afecta a nuestra autoestima.
Ciclo biológico del cabello
Para terminar de entender la estructura del folículo piloso y la importancia de cada una de sus partes tenemos que mencionar las fases del ciclo de vida del cabello:
- Fase anágena o fase de crecimiento, en la que el cabello puede permanecer entre 3 y 7 años, dependiendo de la edad, factores genéticos y la salud general de la persona. En función de la duración de esta fase variará la longitud del cabello, que suele crecer 1 centímetro al mes. Se calcula que el 90% de nuestro pelo está en esta fase.
- Fase catágena o de transición, en la que el folículo detiene la actividad y se prepara para que el cabello repose. Es la más breve, ya que dura en torno a 2 o 3 semanas, y en la que solo se encuentra un 1% de nuestro pelo aproximadamente.
- Fase telógena, en la que el pelo deja de crecer, se desprende de la base y el folículo inicia un nuevo ciclo. Dura entre 2 y 4 meses y se estima que un 10% de nuestro cabello se encuentra en esta fase, por lo que vemos que se nos cae pelo cada día (unos 150 pelos aproximadamente).
Como hemos comentado, tenemos entre 100.000 y 150.000 folículos en el cuero cabelludo. La importancia del ciclo capilar es que no todos los folículos están en la misma fase al mismo tiempo. Esto evita que haya una caída uniforme del cabello, ya que cada pelo tiene su propia fase.
Relación entre el folículo y la alopecia
Ya que hemos comprendido la estructura del folículo y sus funciones, es importante mencionar que cuando el folículo tiene alteraciones y cambios en la salud, el cabello también los experimenta. Por ejemplo, en la alopecia androgenética, una de las caídas de pelo más comunes, los folículos se ven afectados por la hormona dihidrotestosterona (DHT), que lo debilita y hace que el pelo crezca más fino y corto hasta que desaparece.
También se ve afectado en otros casos como infecciones, inflamación del cuero cabelludo o problemas autoinmunes, que pueden dañar el folículo y causar la caída o la pérdida localizada del cabello.
Es por eso que tenemos que cuidar nuestra salud capilar con una buena alimentación rica en proteínas, hierro y vitaminas; mantener una buena higiene capilar; evitar productos químicos como tintes; protegernos del sol; controlar el estrés o hacernos masajes capilares. Toda la salud de nuestro pelo comienza en la raíz, que es el folículo piloso, por lo que proteger esta base mantendrá nuestro cabello más fuerte y sano.