¿Has notado que en ciertas épocas del año se te cae más el pelo? Es lo que conocemos como caída de pelo estacional.
Como quizá ya sepas, a todas las personas se nos cae el pelo todos los días. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta y solo nos percatamos de ello cuando perdemos más cantidad de lo normal. Nos peinamos o cepillamos el cabello y vemos que se han quedado varios pelos en el cepillo, notamos como se quedan en la ducha o los encontramos en nuestro jersey. ¿Cuándo es normal y cuándo nos tenemos que empezar a preocupar?
En este post nos hemos propuesto dar respuesta a esta pregunta desvelando todas las claves sobre la caída de pelo estacional. Te contamos qué es y por qué se nos cae más pelo en algunas épocas del año. Además, para tu tranquilidad también te contamos cómo distinguirla de la alopecia.
Índice
¿Qué es la caída de pelo estacional?
Cuando hablamos de caída de pelo estacional nos referimos a una pérdida de pelo que se produce de forma más pronunciada en ciertas estaciones del año. Normalmente, en otoño pero también en primavera. Explicado en cifras, generalmente una persona pierde unos 100 cabellos al día; esto sería una pérdida normal. Durante la caída del pelo estacional la cantidad se incrementa.
Aunque después veremos más detenidamente cómo diferenciar esta pérdida de cabello de la alopecia podemos destacar ya dos aspectos fundamentales para que la caída del pelo se considere estacional. Esta se produce durante una periodo determinado para después volver a la normalidad y no se debe a otro tipo de factores externos o internos.
¿Por qué se nos cae más pelo en algunas épocas del año?
Las personas, como cualquier otro mamífero, también mudamos el pelo. Aunque no mudemos el pelaje por completo como otros animales para adaptarnos a los cambios de temperatura y ambiente con cada estación en algunos casos vemos como nuestro cuerpo también se adapta a los cambios de estación.
Por supuesto, no podemos compararnos con el resto de mamíferos. Nosotros mantenemos nuestro pelo de una forma más estable durante el año pero sí que nos adaptamos levemente a las variaciones de temperatura y luz que se producen durante el año.
Poniéndonos un poco más técnicos, la caída de pelo estacional se produce también por algo que conocemos como el ciclo de vida del cabello. Cada uno de nuestros folículos pilosos pasa por tres fases de forma continua: crecimiento (anagen), regresión (catagen) y reposo (telogen). Cuando el folículo piloso llega a la última fase, descansa y el pelo se cae.
Lo que sucede en épocas como la primavera y especialmente en otoño es que se produce el efluvio estacional y una mayor cantidad de folículos pilosos entran en reposo a la vez; haciendo que en vez de perder unos 100 cabellos al día se nos puedan llegar a caer cerca de 1000.
Cómo distinguir la caída de pelo estacional de la alopecia
Cuando notamos que se nos empieza a caer más pelo de lo normal es lógico que nos preocupemos y nos preguntemos si estaremos experimentando un principio de alopecia. La forma más sencilla de saber si es lo uno o lo otro es el tiempo, si pasados uno o dos meses el pelo no vuelve a crecer y seguimos con una pérdida pronunciada lo más probable es que nuestra caída de pelo no sea estacional.
Además, vamos a explicarte otras diferencias entre la caída de pelo estacional y la alopecia:
- Aspecto del pelo: En el caso de un problema estacional, el aspecto de nuestro cabello no varía, sigue conservando su brillo y fuerza habitual. Sin embargo, en el caso de la alopecia este se vuelve apagado, fino y quebradizo.
- Densidad del cabello: Sucede lo mismo que con el aspecto del cabello, en el caso de que la pérdida sea estacional no se aprecia una pérdida de volumen excesiva.
- Zonas: Muchos tipos de alopecia -aunque no todos- tienden a aparecer primero en ciertas zonas como la coronilla o las entradas mientras que la caída estacional no afecta a una zona concreta.
Reiteramos que el factor más decisivo es el tiempo. Siempre que la caída se prolongue más de los dos meses no podremos hablar de un problema estacional. Esto no significa que sea irreversible, podemos encontrarnos ante una pérdida de cabello debida al estrés, desórdenes alimenticios, picos hormonales, etc.
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