Poner nuestra salud y estética en manos de profesionales no cualificados y sin experiencia puede acabar pasándonos factura. En el campo de la salud capilar recurrir a clínicas low cost para intentar solucionar un problema de alopecia acaba traduciéndose en un injerto capilar mal hecho.
El paciente recurre a este tratamiento dejándose guiar tan solo por el precio y sin comprobar la reputación y la confianza que trasmite la clínica en cuestión y, como dice la frase popular, “el remedio acaba siendo peor que la enfermedad”. La persona se encuentra con que el diseño de su pelo implantado no es natural, que su crecimiento es pobre y, en el peor de los casos, la zona donante (aquella de la que se han extraído los folículos) también es afectada por esta mala praxis. Al final, el cabello de esta persona acaba con un aspecto peor del que tenía antes de recurrir al injerto y, por si fuera poco, ha invertido un tiempo y dinero que no va a recuperar.
Si desea arreglar este injerto capilar mal hecho tendrá que recurrir a profesionales experimentados para los que solucionar este trabajo de mala calidad puede ser un reto pero no imposible. Sin embargo, habría sido mucho más sencillo -y económico- haberse puesto en sus manos desde el principio.
Si tú también has sufrido un injerto capilar cuyo resultado no es óptimo, no te preocupes, podemos ayudarte. Los expertos en salud capilar de la clínica Inpylus pueden encargarse de arreglar estos malos resultados y te explicarán cuáles son tus posibilidades después de analizar tu caso concreto.
En este artículo te damos todas las claves para detectar un injerto capilar mal hecho, te explicamos qué podemos hacer para solucionarlo y te contamos por qué deberías de recurrir directamente a unos profesionales si quieres recuperar tu pelo.
Índice
¿Cómo detectar un injerto capilar mal hecho?
Cuando hablamos de un injerto capilar mal hecho nos referimos a aquel que no tiene un diseño natural. Es decir, se puede observar a simple vista que la persona ha recurrido a esta solución estética para recuperar su pelo incluso meses después del implante.
En casos extremos el impacto estético es mucho más notable. El pelo implantado crece de una forma pobre y poco consistente y en muchas ocasiones la zona donante también se ve afectada, pudiendo incluso presentar calvas.
Te contamos rápidamente algunas de las claves en las que nos fijamos para detectar un injerto capilar que no se ha hecho correctamente:
- Zona donante “apolillada”: Un buen cirujano capilar sabe cuántos folículos puede extraer de la zona donante y cómo debe seleccionarlos para que visualmente no se note que se han extraído. El trasplante capilar no puede consistir en repoblar una zona a costa de provocar calvas en la zona donante.
- Injertos en fila india: De forma natural, nuestros folículos nunca están presentes de forma lineal o simétrica. Muchos cirujanos inexpertos recurren a esta técnica pensando que van a obtener un mejor resultado y sucede lo contrario, el resultado no parece natural y recuerda al pelo de una muñeca.
- Primera línea del nacimiento del pelo frontal recta: Como comentamos en el punto anterior, la distribución natural del pelo es asimétrica y si queremos obtener un resultado natural no podemos injertar todas las unidades en línea y al mismo nivel.
- Mal diseño de las entradas: En hombres, las entradas aportan personalidad al cabello y pueden corregirse si son muy pronunciadas. Sin embargo, en ocasiones se ven diseños extraños con entradas demasiado rectas o con ángulos poco naturales.
¿Qué podemos hacer para solucionar un injerto capilar mal hecho?
Arreglarlo puede suponer un reto pero es totalmente posible en manos de un cirujano experimentado.
El primer paso es analizar el caso concreto de cada paciente para detectar qué ha ido mal en el injerto fallido. Es importante analizar la raíz del problema, que puede haber estado en la falta de un diagnóstico previo antes de la intervención, en el propio procedimiento en sí o en el cuidado post operatorio del injerto.
Para empezar, hay que tener en cuenta que el injerto capilar no es la única solución a un problema de alopecia y que, aunque esté recomendada en la mayoría de las ocasiones, no siempre es posible recurrir a él. Hay ciertos tipos de pérdida capilar como la alopecia areata que no pueden solucionarse con esta técnica; recurrir a ella solo se traduce en que el pelo implantado volverá a caerse.
Poro otro lado, también es habitual que los pacientes que recurren a clínicas low cost tengan un implante capilar mal hecho por la falta de experiencia del cirujano que lo ha realizado. En este caso, se apreciarán algunos de los fallos que describimos en el punto anterior y el trabajo del cirujano especialista tendrá que centrarse en corregirlos en la medida de lo posible.
Por último, el problema también puede estar en una falta de seguimiento tras la intervención; algo muy habitual en los implantes capilares en Turquía. En este caso, habrá que analizar cada caso concreto para determinar cómo actuar.
¡Confía directamente en los profesionales!
Corregir un injerto capilar mal hecho es más complicado que hacerlo bien desde el principio. Un mal trabajo previo limita las posibilidades de conseguir un resultado perfecto y normalmente requiere de un mayor trabajo que se traduce en mayores costes.
Recurrir a una clínica low cost para ahorrar en tu injerto capilar puede ser tentador pero recuerda que corres el riesgo de obtener un mal resultado y tener que acudir más tarde a los profesionales.
¡No juegues con tu salud y tu estética! Confía directamente en profesionales experimentados como los que trabajan en la clínica Inpylus. Ven a conocernos reservando ya tu primera cita 100% gratuita. ¡Te esperamos!